Son muchas las ocasiones en que nos enfrentamos a retos en la vida que no sabemos cómo afrontar, para los que necesitamos habilidades que no hemos desarrollado, y es ahí cuando nos damos cuenta de que necesitamos alguien que nos oriente, que nos ayude a formarnos en aquello en lo que nos vemos más limitados. Para mí la consultoría es trabajar con el cliente asesorándolo, analizando y reflexionando con él sobre la situación que plantea, sus necesidades específicas, sus potencialidades, etc. y así poder ofrecer el servicio más ajustado desde el conocimiento y las técnicas adecuadas. Hace muchos años que soy consultora, en distintos ámbitos, y si algo me ha dejado claro la experiencia es que es el cliente, siempre, el que más sabe sobre lo que le sucede, y yo estoy ahí para apoyarlo, para poner mi conocimiento y experiencia a su servicio, y acompañarlo en el camino que elija. Así mismo considero parte de mi labor derivarlo a otros profesionales en el caso de no poseer las capacidades, conocimientos o competencias necesarias para trabajar la situación que plantea. En los ámbitos psicológico y educativo se dan muchas y diferentes situaciones, desde una consulta sobre cómo abordar el estudio de una oposición, una formación en técnicas de estudio o un taller de educación emocional, hasta un proceso de desarrollo personal en el que la persona quiere profundizar sobre sí misma y su manera de estar y ser en el mundo.